Paco Tomás: "Lo fundamental es que
no olvidemos nuestra lucha"

Paco Tomás es periodista y director de “Wisteria Lane” en Radio 5, programa relacionado con la cultura queer. Además, ha creado junto a César Villalejo la serie documental “Nosotrxs Somos” para Playz, la plataforma digital de RTVE, donde hacen un repaso de las últimas cuatro décadas de lucha en favor del colectivo LGTB+.
Nació en 1967 en Palma de Mallorca, aunque a los cuatro años se trasladó a Madrid con su familia. Es abiertamente homosexual y un defensor de los derechos del colectivo al que pertenece.
Fuente: Twitter @srpacotomas
Mar: “Wisteria Lane”, “Nosotrxs Somos”… Tu carrera profesional actual está muy relacionada con el colectivo LGTB+. ¿Cómo has terminado dedicándote a esta temática concreta?
Paco: Pues la verdad es que comencé “Wisteria Lane” de una manera un poco casual. Yo estaba haciendo el programa “La Transversal” en Radio Nacional de España y ya existía el Programa LGTB+ de Radio Nacional. Primero lo hacía Leopoldo Alas, que se llamaba "Entiendas o no entiendas", y luego lo hacía el escritor Luis Antonio de Villena, llamándose "Las aceras de enfrente". En Radio 5 decidieron que el programa que hacía Luis Antonio de Villena necesitaba algo más porque se trataba de una entrevista de una hora. Fue entonces cuando me propusieron hacer una intervención en el programa. Yo tenía una sección pequeña donde daba noticias relacionadas con la cultura, derechos humanos, sociedad, LGTB+... Cuando la emisora decidió prescindir de Luis Antonio de Villena me ofrecieron el programa y yo lo heredé. Si se renueva, la próxima temporada ya serán diez años. Esto hizo que de repente tuviera una relevancia dentro del ámbito activista LGTB+, que desde luego no estaba planificada.
M: Si tuvieras que recordar algo respecto al colectivo LGTB+ que has descubierto siendo periodista, ¿qué sería?
P: Yo creo que tendría que ver precisamente con esto que celebramos ahora: los 40 años del fin de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. Cómo era la vida de gays, lesbianas y trans en los años 60, 70 y principios de los 80. Creo que es donde realmente uno descubre cosas muy interesantes como, por ejemplo, lo que era el pasaje Begoña en Torremolinos: una zona de ambiente gay en plena dictadura. Era algo realmente extraño y además todos los famosos acababan en ese lugar. Eso es muy interesante, forma parte de nuestra memoria histórica y apenas lo sabemos.
M: Es en la serie documental “Nosotrxs Somos” donde hacéis este repaso de las últimas décadas en cuanto al colectivo. A pesar de tratarse de una etapa que tú mismo viviste, ¿qué has aprendido y qué destacarías de los documentales?
P: La importancia de nuestra memoria histórica. Lo fundamental es que no olvidemos nuestra lucha, la del colectivo LGTB+. Tenemos la responsabilidad con nosotros mismos de respetarnos y de aceptar nuestra dignidad y nuestra diversidad afectivo-sexual, pero también de reconocer a los que vivieron una época muy difícil en este país. Además, también es muy interesante todo el tema relacionado con el género. Creo que la población trans es la que realmente va a cambiar el mundo, sobre todo la cultura que durante siglos hemos estado fomentando basada en el género. La población trans va a romper los conceptos de masculinidad y feminidad y eso va a ser muy positivo incluso para la población cis.
M: Podríamos decir que mediante tu papel como periodista, tanto en tus trabajos como en redes sociales, haces de activista LGTB+.
P: Yo no me considero un activista. Mi parte de activismo es proporcional a la propia responsabilidad que tengo para conmigo mismo. Es un activismo egoísta porque yo hablo de las personas que sienten como yo. Me siento un intermediario entre los activistas que están luchando y peleando por las cosas y la sociedad que las recibe.
M: ¿Has formado parte de alguna asociación o federación de defensa de los derechos del colectivo?
P: Nunca he militado en ninguna asociación, pero me tomo muy en serio el trabajo de los activistas. Los activistas pelean y pelean cada día para que el resto de la población disfrute de unos derechos. Ahora es cuando los colectivos LGTB+ son más o menos bien recibidos en los ayuntamientos, en las diputaciones o en las reuniones de los partidos políticos. Hace 30 o 20 años casi era inconcebible.
M: ¿A día de hoy siguen siendo necesarios?
P: Por supuesto que los activistas siguen siendo necesarios. La gente que lucha por los derechos civiles es necesaria siempre porque un cambio de gobierno te los puede arrebatar de un plumazo. Necesitamos gente que esté continuamente peleando por eso. ¡Los derechos civiles son tan frágiles! Son como derechos malditos que en cualquier momento pueden ser arrebatados. De verdad, los movimientos activistas son necesarios siempre.
M: ¿Crees que podrías hablarnos sobre cómo es la situación actual del colectivo actualmente en la España rural?
P: El principal problema que podríamos encontrar para la población LGTB+ en el ámbito rural es precisamente que en los pueblos lo privado es de dominio público porque hay tan poca gente que de alguna manera se conoce la vida de todo el mundo. No hay esa parte de intimidad que sí existe en la ciudad donde eres alguien anónimo, pero a su vez tiene una cosa muy positiva y es que sí hay comunidad. Los vecinos enseguida se arropan y se crea una química muy importante que llega incluso a pasar por alto la orientación afectivo-sexual. Al final acaba entrando en las normas de la convivencia sin un mayor problema. Por supuesto que hay casos en los que no es así y la gente se acaba yendo de esos núcleos, pero tiene más que ver con las personas que con el espacio geográfico en el que habitan.
M: Antes de terminar, me gustaría preguntarte por tu propia experiencia, ¿cómo fue tu salida del armario con la familia?
P: Mi salida del armario fue complicada porque realmente nunca lo verbalicé. Lo que sucede en los entornos familiares es que tú estás como si fueses una antena parabólica captando toda la información que tienes a tu alrededor: los comentarios de tus padres, de tu entorno, de tus amigos... Cuando los comentarios son homófobos tú inmediatamente, casi de una manera innata, te das cuenta de que eso que estás sintiendo, sin necesidad de comentárselo a nadie, es algo que tienes que ocultar. Me fui acostumbrando a crear mi grupo de amigos sin que mi familia lo supiese. Cuando tuve pareja fue mi madre quien directamente me lo preguntó.